En primer lugar, se debe formar una actitud respetuosa con el jefe de familia. Su esposo no debe sentir constantemente un poder ilimitado, sino la responsabilidad de su familia. Es bastante fácil de hacer esto. No tome decisiones independientes, incluso con un plan de acción claro. Dale a tu esposo la oportunidad de pensar, de especular. Respetando su opinión y punto de vista, invítelo a discutir su decisión. Por lo tanto, le dará la oportunidad de respetar sus pensamientos y elegir la mejor solución al problema, sintiéndose como un verdadero "capitán" en la familia. Algunas situaciones que requieren más comprensión y lógica femenina, decida por su cuenta , pero al mismo tiempo, asegúrese de informar a su esposo.
De lo contrario, su marido dejará de interesarse en los asuntos de la familia, sentirá completamente su inutilidad, porque sin él todo estará preparado y hecho. Con el tiempo, descubrirá que él, al estar cerca de usted, pierde su interés anterior en sí mismo, se encuentra en un estado oprimido de frustración e incertidumbre. No solo perderá respeto en la familia, sino también en la familia misma.
Un hombre debe sentir que es un apoyo confiable de su familia, que él puede en cualquier momento protegerla y tomar las medidas necesarias. En cualquier situación, es importante confiar en su cónyuge, seguir siendo una mujer, una esposa, un sexo débil. Además, vale la pena recordarle a su esposo sus sentimientos más a menudo. Tales relaciones permitirán durante mucho tiempo experimentar amor mutuo, respeto y cuidado.
Cuando los niños aparecen, nunca abandone la ayuda del esposo. Evita darle consejos , dale la oportunidad de sentirse lleno de su padre.
Si siente que lo tratan sin el debido respeto, mantenga sus emociones bajo control. Habla con calma y con confianza sobre esto con tu esposo, tratando de resolver la situación en la etapa más temprana de su ocurrencia. Mantenga la amabilidad y la apertura familiar, trate de mantener un buen estado de ánimo en usted y en sus seres queridos.
No tengas miedo a los conflictos. Es importante encontrar argumentos que aceleren la reconciliación y eliminen los desacuerdos. No responda a una objeción de inmediato si siente irritación e ira. Cálmate y prepárate para una conversación respetuosa y bien razonada con tu amante. Compórtate sabiamente, porque fue la mujer a la que siempre se consideró la guardiana del hogar.