El surrealismo es una parte integral de todas las campañas publicitarias de Kenzo. Y el video en este sentido tampoco es una excepción. Es cierto que el director Hala Matar decidió no permitirse el coqueteo deliberado con la estilística y poner toda la extrañeza del surrealismo no en el séquito, sino en los eventos que tienen lugar en el video. Automobile Waltz (este es el nombre del cortometraje publicitario Kenzo), como si hubiera nacido en los años 60, no solo en el envoltorio, sino también en el relleno. Los personajes principales, cuyos papeles fueron interpretados por Anton Yelchin y Lydia Hurst, bailaron alrededor del sitio en conciertos de dulces. En una colorida camisa. El otro tiene rizos empinados. Los músicos de la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo se hacen eco de sus extraños diálogos. En algún lugar en el medio del video, Yelchin recurre hoy al ruso de moda. El policía aparece en el marco con zapatillas Kenzo igualmente elegantes. En resumen, el vuelo de la fantasía tal como es.